Entrará en vigor en tres meses, plazo que tienen los bancos para adaptarse.
  Las novedades más importantes serán:
Los bancos pagan los gastos. Todos los gastos además del Impuesto de Actos Jurídicos Documentados los abonarán las entidades bancarias, con excepción de la tasación del inmueble.
Ampliación de plazos para el dehaucio. Se amplían a  12 las cuotas impagadas o al 3% del capital principal prestado en la primera mitad de la vida del préstamo, y a 15 cuotas o el 7% en la segunda mitad del crédito.
La dación en pago se podrá pactar. Si están de acuerdo banco y cliente, se podrá negociar la dación en pago del inmueble para liberar la totalidad de la deuda.
Eliminación de las cláusulas suelo. El interés mínimo que cobrará el banco será el 0% y nunca será negativo por mucho que baje la tasa de referencia.
Comisiones de amortización anticipada más bajas. Bajan a la mitad para tipo fijo (2% para los 10 primeros años y 1,5% a partir de ese momento). Si la hipoteca es a tipo variable, el cliente deberá elegir entre el tipo de amortización a 3 o 5 años cuando su hipoteca sea a tipo variable, siendo las comisiones del 25% o del 15% respectivamente.
Sin costes la subrogación. Libre de costes, serán las entidades las que establezcan un mecanismo de comparación basado en intereses cobrados y pendientes de cobrar.
Diez días. El cliente tendrá diez días de plazo al menos para leer, estudiar y revisar el contrato antes de firmarlo.
Mejor estudio de la solvencia y circunstancias del cliente. Las entidades están obligadas a estudiar en mayor medida las circunstancias presentes y valorar incluso, las circunstancias futuras del consumidor, antes de conceder el préstamo.