Coliving, workation, viviendas en locales…no son fórmulas nuevas pero en los últimos meses se están impulsando con servicios y sus propias estrategias de marketing. Te contamos qué usos puedes dar a tu inmueble vacío.
La venta y el arrendamiento son las fórmulas clásicas para sacar una rentabilidad a tus inmuebles: los pisos para vivienda y los locales para negocios. Esto es lo que hemos vivido hasta ahora, no solo con nuestros clientes propietarios sino también como gestores inmobiliarios.
Sin embargo el mercado está evolucionando y
actualiza otras fórmulas de gestión de las propiedades con creatividad y adaptándose a las nuevas demandas sociales. Las generaciones más jóvenes,
millenials y centenials, tienen hábitos de consumo diferentes y están marcados por diferentes acontecimientos. Los primeros son más conservadores que los segundos pero hay una
tendencia común hacia las experiencias, la sostenibilidad y la responsabilidad social a la que el mercado inmobiliario no puede ser ajeno.
Las encuestas nos dicen que los
millenials, las personas nacidas entre 1981 y 1993, quieren comprar una vivienda pero no pueden acceder a ella por la fuerte capacidad de ahorro previo y de endeudamiento que exige. En realidad,
sus motivaciones para vivir de alquiler no son poéticas ni están relacionadas con la libertad. Sencillamente, lo tienen más difícil.
En cuanto a los
centenials, seguramente es pronto para adivinar cómo quieren emanciparse (los más mayores tienen ahora 21 años) pero debemos tener en cuenta que son
nativos digitales y es desde sus pantallas desde donde se informan con sus fuentes de confianza, diferentes a las nuestras. Esto no s obligará dentro de unos años, a repensar los modos de gestionar nuestras carteras inmobiliarias y, seguramente, apostar por una auténtica transformación digital.
Pero los cambios no vienen solo por las características de los nuevos y futuros consumidores:
a los requerimientos sociales se suma el estado del mercado inmobiliario, que puede flexibilizarse.
Hace unas semanas, se aprobó en Zaragoza la
modificación del Plan General de ordenación urbana para
ampliar el uso de los locales. Con esta reforma –únicamente se ha cambiado el texto de un artículo- se permite el uso para vivienda y otros destinos, de los locales comerciales en Zaragoza.
De los más de 3.000 locales que hay en la ciudad, el 40 por ciento están vacíos. A partir de ahora
podrán destinarse a vivienda usos culturales, de creación y comunitarios y como zonas de estacionamiento. En todos los casos con limitaciones.
¿Qué locales podrán convertirse en vivienda?
No todos los locales vacíos serán aptos para el uso habitacional, según el PGOU. Entre otras características se encuentran:
- Deben ser locales que no estén ubicados en las principales calles de la ciudad y con alto índice de circulación. La denominada malla básica se va a revisar para hacer una clasificación de locales y sus posibles usos, en función de la vía en la que se encuentran.
- Los locales deben haber estado sin actividad un mínimo de 36 meses antes de la solicitud de cambio de uso.
- En cuanto a las condiciones de habitabilidad, se establecen unas dimensiones mínimas de, al menos, 45 m2 útiles, y se valorará la ventilación y luz natural. Por otra parte, tanto para el acceso, que no podrá ser a través de otro local o de otra vivienda, como para la instalación de la ventilación, calderas, contadores o salida de humos, tendrán que adecuarse las viviendas.
- Además, se denegará el cambio de uso a vivienda cuando el local se encuentre junto a discotecas, pubs o bares con música y locales dedicados a usos que puedan molestar para las viviendas.
Con esta medida, se pretende
revitalizar los barrios y la escena urbana, así como rentabilizar el patrimonio inmobiliario. Sin embargo, no se pretende sustituir los locales comerciales y para ello, se establecerán mecanismos correctores que impidan la subida de precios para usos comerciales.
Coliving y workation, nuevas formas de vivir y trabajar
Compartir piso ha sido siempre la forma tradicional de vivir de alquiler a un precio más reducido, especialmente entre estudiantes. Siempre hablamos de pisos clásicos, tal y como los conocemos.
Sin embargo, el
coliving y el
cohousing suponen
una forma diferente de compartir vivienda. En ambos casos, los espacios están diseñados para tener una zona privada y otras zonas comunes donde compartir el tiempo libre – biblioteca, sala de cine, cocina…- y las experiencias de la vida con otras personas. Aunque ambas tendencias todavía tienen una presencia muy tímida en España, este es un mercado que evolucionará.
Por
coliving nos referimos a
espacios que permiten a los jóvenes desarrollar proyectos y compartir experiencias, algo que valoran por encima de las cosas materiales. Se trata de crear una comunidad y para que todo funcione bien, hay gestores y apps a través de las que se regula el uso de espacios, reserva de salas o incluso se pide la comida por encargo.
Cohousing es un planteamiento para
personas adultas que, después de jubilarse y entrados en la vejez, buscan fórmulas para estar acompañados, vivir en comunidad y disponer de los servicios necesarios para vivir: desde limpieza y cocina hasta terapia ocupacional o fisioterapia para tratar los efectos del envejecimiento. En Aragón ya hay varias iniciativas de este tipo en marcha.
El
Workation es un sueño para muchas personas: trabajar de vacaciones. Muchas cadenas hoteleras ofrecen este tipo de servicios por un mínimo de días: oferta turística y todas las condiciones para trabajar conectado y con gran confort. Este fenómeno, no obstante, se ha incrementado por el confinamiento y
no son solo los nómadas digitales quienes practican el workation. Muchas personas se han trasladado a sus segundas residencias y compatibilizan el trabajo con la vida en la naturaleza y un mayor disfrute del tiempo de ocio.